Centenari enric valor

dissabte, d’agost 01, 2009

A la presó per anarquista, nuria portulas lliure!!!


La sección cuarta de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a dos años y medio de cárcel a la joven catalana Núria Pòrtulas, detenida el 7 de febrero de 2007 en Girona, “por intentar colaborar con un grupo anarquista italiano proporcionándole información sobre instituciones públicas catalanas”.



En su sentencia, la Sala considera que la actividad de Pórtulas es constitutiva de una "tentativa inacabada" de colaboración porque la información que elaboró, "siquiera de modo simple", se limitó a averiguar "el nombre de una persona y las cámaras y vigilantes de tres organismos públicos", por lo que la información que se le encomendó efectuar "quedó incompleta".

Esta apreciación es la que lleva a la Sala a condenar a Pórtulas a la citada pena y a una multa de 810 euros por un delito intentado de colaboración con organización terrorista, en lugar de a los 5 años que pedía para ella la Fiscalía por un delito consumado de colaboración.

Durante el juicio a Pòrtulas, celebrado el día 13, la Policía detuvo a seis anarquistas catalanes en las inmediaciones de la Audiencia Nacional, donde se encontraban concentrados en apoyo a la joven, tras enfrentarse a los agentes que les controlaban, uno de los cuáles fue herido en la cabeza por el impacto de una botella.
Ante el tribunal, Pòrtulas admitió ser anarquista, pero aseguró que las anotaciones que tenía sobre determinados organismos en una libreta eran para hacer pintadas y colgar pancartas en sus fachadas.

Relató que cuando la detuvieron en febrero de 2007 estaba llevando a cabo, junto a unos compañeros, una campaña de apoyo al anarquista Juan Antonio Sorroche, que se encontraba preso en Italia por delitos de daños de carácter terrorista.

Dentro de esa campaña de protesta, según la acusada, se enmarcaban los apuntes concretos sobre el Departamento de Trabajo de la Generalitat, al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y al servicio territorial de Justicia, donde anotó si existían cámaras de vigilancia o guardias de seguridad.

Para el tribunal "lo básico" en casos como éste "no es demostrar que una persona piensa de una determinada manera, o que contacta o se relaciona con otros de la misma o similar ideología, acciones que son impunes", sino que "lo primordial es constatar que haya decidido pasar a la acción política violenta o dañosa, como ocurre en el presente caso, en el que se despliega por la acusada una actividad relevante (...) que no merece la impunidad, aunque dicha acción sea en una intensidad todavía tenue".

Todo ello teniendo en cuenta además que el grupo con el que colaboró Pòrtulas, el de Sorroche, es considerado terrorista por la Sala porque sus miembros figuran condenados por "la comisión de actos dañosos contra organismos administrativos italianos y entidades privadas italianas, con clara finalidad terrorista".
Así, "de la documentación incautada a la acusada, de sus propias declaraciones y de las sentencias italianas obrantes en autos queda constancia la estrecha relación que
Nuria Pòrtulas" tiene con tres miembros de ese grupo anarquista italiano.

Concretamente, añade la sentencia, de las cartas que le envía Sorroche, en las que adelanta "sin detalles" a "su amiga" las acciones que van a perpetrar, "se colige la vinculación de la acusada con el indicado grupo violento de personas, con quienes comparte militancia anarquista insurreccional".