Centenari enric valor

dissabte, de gener 31, 2015

Sobre la canal i tal.......

La coartada de la crisis
JAVIER LLOPIS
Llevamos toda una vida discutiendo sobre la necesidad urgente de crear suelo industrial. Hemos debatido durante años sobre la idoneidad de la fórmula de los polígonos mancomunados para cubrir las carencias de terrenos de Alcoy. Todos los partidos del arco parlamentario han incluido como temas estrella de sus programas electorales propuestas para ofrecer alternativas para la expansión de la industria. El proyecto de La Canal ha cumplido dos décadas llenando miles de páginas de periódico con una discusión tan interminable como estéril. Nuestros sucesivos ayuntamientos se han gastado fortunas reparando viejas áreas industriales obsoletas o con grandes problemas de infraestructuras. Y nos hemos fumado toda una legislatura municipal dándole vueltas a la viabilidad de la ubicación elegida para el único proyecto empresarial de envergadura planteado en esta ciudad en la última década: el de la unificación de todas las instalaciones de La Española en un gran complejo.
Teniendo en cuenta todos estos antecedentes, es inevitable sorprenderse ante la noticia de que el Ayuntamiento de Muro inicia los trámites para desclasificar medio millón de metros cuadrados (ampliable con otro medio millón) de buen suelo industrial situados junto a la autovía, que debían albergar el ansiado polígono mancomunado de la comarca. Aunque la noticia nos parezca extraña, el alcalde murero justifica su decisión con argumentos muy razonables: el proyecto se entierra ante la evidente falta de demanda, ya que las hipotéticas necesidades empresariales se cubren de sobra con los stocks de terreno que quedan libres en los diferentes municipios. Si a esto le añadimos el malestar vecinal que había generado esta infraestructura en la localidad, resulta absolutamente lógica la decisión del primer edil de Muro optando por congelar una actuación que le traía muchos dolores de cabeza y que no le reportaba ningún beneficio.
Aunque nos hallamos ante una iniciativa de ámbito comarcal, hay que tener muy claro que Alcoy es el principal afectado por la supresión de este proyecto. Somos la población más grande de la zona, la que mayor actividad económica genera y la única que viene sufriendo desde hace décadas las consecuencias de una endémica falta de suelo industrial, con su consiguiente secuela de fuga de empresas. Aunque en estos momentos de crisis a nadie le hace falta ni un metro cuadrado de terreno para fábricas, conviene pensar en el futuro y señalar que con la desaparición del polígono mancomunado de Muro desaparece también una posibilidad sencilla y barata para que la industria alcoyana pueda instalarse cuando llegue un hipotético periodo de recuperación económica y de expansión. Mirando las cosas desde este punto de vista, resulta muy difícil explicar la indiferencia con que se ha contemplado esta historia desde las instituciones alcoyanas, ya sean políticas, económicas o empresariales.
No se puede utilizar la coartada de la recesión económica para justificar la desesperante falta de planificación y de visión de futuro de las autoridades alcoyanas. El desprecio que ha acompañado al frustrado polígono comarcal es una muestra más de un modo de hacer política, en el que sólo se actúa pensando en las urgencias del corto plazo y en las rentabilidades particulares de cada uno. En unas semanas, arrancará la campaña electoral de las municipales y sobre nuestras cabezas empezará a caer una auténtica lluvia de soluciones mágicas para nuestro futuro industrial. Los partidos presentarán a bombo y platillo sus apuestas y nos anunciarán el descubrimiento de ubicaciones maravillosas para instalar nuevos polígonos. A la vista de experiencias como la vivida en Muro, será muy difícil creer en la sinceridad de estas promesas, que acabarán olvidadas en ese enorme cajón de cosas inútiles al que va a parar “la fullaraca” electoral.
Posdata. Una pregunta incómoda. ¿A nadie se le ha ocurrido ofrecerle a La Española los terrenos del polígono mancomunado de Muro?. La solución le permitiría a la empresa mantener sus puestos de trabajo en la zona, disponer de amplios terrenos sin complicaciones ambientales estratégicamente ubicados junto a la autovía y le evitaría el alud de pleitos judiciales que se le viene encima con el proyecto de La Canal.